La avispilla del castaño (Dryocosmus kyriphilus)

  • Su origen:
    Procedente de China, ha ocupado Japón, Corea, el Este de Norteamérica y buena parte de Europa, coincidiendo con la distribución del género Castanea. En la península ibérica se detecta por primera vez en 2.012 en Cataluña. Centrándonos ya en Castilla y León, se identifica inicialmente en 2.015 en el norte de Burgos y, en 2.017, ya aparece en León y Zamora. Actualmente, se puede dar por extendida por toda la geografía española.
avispilla-castanea
  • Su ciclo vital:
    Los adultos de esta especie tienen la particularidad de que pueden reproducirse sin necesidad de que existan machos, con lo que el proceso de reproducción se simplifica enormemente.

    Tienen un tamaño de aproximadamente 2,5 mm, lo que las hace prácticamente indetectables.

    Ponen los huevos entre finales de mayo y finales de julio sobre yemas y brotes del año, pudiendo poner entre 100 y 150 huevos cada hembra (hasta 20 huevos por yema). Así, las pequeñas larvas permanecen todo el invierno en el interior de las yemas, comenzando a alimentarse de la savia del árbol ya en primavera, cuando el castaño reinicia su actividad.

    De esta manera, no es posible identificar las puestas a simple vista hasta la primavera siguiente, cuando aparecen las agallas, que tienen un tamaño de 5 a 25 mm y presentan un color verde o rojizo.

    Será en estas agallas donde se desarrollará y formará la siguiente generación, que volará entre finales de mayo y finales de julio para realizar nuevas puestas, a lo largo de su breve periodo vital como adultos de unos 10 días.

  • Daños:
    En la actualidad se puede considerar a la avispilla como la plaga más perjudicial del castaño.
    Ocasiona daños principalmente en los brotes jóvenes, interrumpiendo su crecimiento, además de reduciendo la fructificación hasta en un 70%. Así, los pies más afectados presentan un decaimiento generalizado, con aborto de brotes, pudiendo llegar a causar la muerte del árbol.
  • Tratamiento:
    Se ha comprobado que el único método efectivo para el control de la avispilla es la suelta masiva de su parasitoide especifico, el Torymus sinensis, otra avispilla procedente de China y acoplada al ciclo biológico de la avispilla del castaño. El efecto de estas sueltas no es inmediato, por ello se deberán realizar varias sueltas en años consecutivos.

    Para proceder a la suelta de Torymus la población de avispilla debe ser elevada, de manera que sirva como base para el sustento de sus individuos. Para observar resultados de forma permanente será necesario esperar entre 4 y 8 años.

    En el caso de realizarse la suelta, es importante seguir estas recomendaciones:

    • No se deberá emplear ningún tipo de insecticidas en ningún momento del año.
    • No se realizará ningún tipo de poda de abril a noviembre y los restos no se eliminarán en, al menos, dos temporadas; dado que las larvas de Torymus pueden permanecer en las agallas 2 años.